El gélido viento logra entrar por la ventana a la habitación recorriéndola como un fantasma, dejando escarcha a cada
paso, hasta llegar al lecho donde yace una silueta debajo de las sabanas, con
la calma de un muerto en su féretro, hasta que al rozarla se estremece en un
escalofrío, su sueño sé queda congelado y se parte en mil pedazos. Se levanta.
-No os levantéis, aún es temprano.
-¿Qué---? Quien habla---?
-Quien más podría ser…
-Nilda? Nilda cierra la ventana… (Dijo la pequeña mientras
se arropaba entre las sabanas rosa y celeste)
Nilda*está dormida, no lo abra notado* (termina de entrar
por la ventana, luego la cierra lentamente toma una silla cercan y la pone
frente a la ventana, se sienta.)-Fue una mala noche (dice mirando pro la
ventana las desoladas calles de su barrio)… estoy cansada de todo esto (se
quita el labial con la manga de su blusa roja) solo 300$ no alcanzara para
pagar las deudas y comer al mismo tiempo. (Pone las piernas entre la cabeza).
Gotas caen al suelo, una por una estallan en el piso de
material, áspero y gris, sus ojos se enrojecen, me recuerdan al cielo cuando se
nubla, lagrima a lagrima descienden por
sus rosadas y frías mejillas, gota a gota humedecen la tierra al impactar contra esta, los
truenos no se hacen esperar, en forma de llanto silencioso hacen eco en el
vacío el sonido mudo del dolor secreto, la tormenta de invierno.
Se levanta del asiento, con aires de recuperación.
Nilda: una ducha será lo mejor…
La lluvia tibia comienza a caer mojando su frio y desnudo
cuerpo, recorriendo su piel borrando oscuros secretos, arrastrándolos hasta la
rejilla del lavado, untando jabón en su cuerpo, tallando las manchas,
intentando borrar el pasado las marcas
de esas asquerosas manos.
El sol renace en el horizonte. Trayendo consigo el calor de
un nuevo día, un día horrible.
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